¿Que tal preciosas? Siento mucho no haberme podido conectar antes para subir un capítulo, pero es que e estado un poco malita, e tenido algunas movidas, y alguna gente me a desmotivado bastante. Pero e decidido no hacerles caso. Espero que os guste este capítulo. Besisss:3
Busco a Irene, tras haberme enterado por las demás que estaba en la enfermería por que le rompieron la nariz con la puerta del pabellón de Educación Física.
Peto en la puerta tres veces, la voz amarga y pastosa de la enfermera se escucha tras la puerta quejándose del ajetreo que está teniendo hoy. Abro la puerta y sobre la camilla del fondo veo a Irene recostada, con la nariz vendada. Me acerco lentamente y me siento en el bordillo de la camilla que queda libre de su cuerpo. La miro con cara de coña, aunque se que en realidad ella le duele todo.
-¿Que te ha pasado cariño?
-¿Y aún lo preguntas? ¿En serio?
-Lo siento preciosa, pero es que no e podido resistirme a preguntártelo.
-Mala-Al decir esto, pone una cara muy graciosa que consigue que de mi boca se escape una carcajada.
-Shhhhhhhhhhh
Vemos que desde detrás de la cortina la enfermera nos manda callar de una forma muy poco sutil, haciendo el mismo ruido que haría un extintor.
Ambas soltamos una ligera carcajada
-Vamonos Irene, que creo que ya a estado bien de enfermería por hoy ¿no?
-jijijijiji, que graciosa eres cuando quieres Dama te odio
-Y por eso yo te quiero tanto
- Señoritas por favor que no están ustedes en el patio del recreo?
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